El Real Madrid, el enemigo público número uno de LaLiga y los Antis

Otra vez la misma historia. La maquinaria mediática antimadridista vuelve a la carga con su eterna obsesión: atacar al Real Madrid. Esta vez, el diario Marca—cada día más irreconocible—lanza un nuevo titular absurdo: «Los clubes se hartan del Real Madrid y piden consecuencias.»
Vamos por partes, porque esto ya roza el esperpento.
¿Hartos de que el Madrid se queje? ¿Perdón?
Parece que algunos han perdido por completo la noción de la realidad. El Real Madrid, el club más laureado de la historia, ha sido siempre un ejemplo de señorío y respeto institucional. Durante décadas ha soportado en silencio todo tipo de atropellos arbitrales y decisiones polémicas. Pero, por primera vez, ha decidido manifestar de forma oficial su descontento ante una evidente adulteración de la competición.
Y ahora resulta que los demás clubes «se hartan» del Madrid por quejarse. ¡Qué hipocresía más grande! Porque cuando otros protestan, entonces es «por el bien del fútbol», pero si lo hace el Madrid, es un «problema».
El Real Madrid mantiene a esta Liga a flote
Ahora bien, hablemos del supuesto «hartazgo» de los clubes con el Real Madrid. Que no se les olvide que sin el Madrid, LaLiga sería un torneo de segunda fila.
La realidad es muy sencilla: los ingresos por derechos televisivos, la visibilidad internacional y el prestigio de la competición dependen en gran medida del hecho de que el mejor equipo del mundo sigue jugando en ella.
LaLiga ha perdido nivel de forma escandalosa. Antes, equipos como el Deportivo de la Coruña, el Valencia, el Zaragoza o el Celta contaban con grandes jugadores de talla mundial. Hoy, salvo el Real Madrid y en menor medida el Barcelona, ningún club tiene una estrella de primer nivel que justifique pagar una entrada de cientos de euros o una suscripción televisiva ridículamente cara.
Si el Madrid decidiera mañana abandonar esta competición, ¿quién quedaría para atraer audiencias internacionales? ¿Quién pagaría por ver partidos en una Liga donde no hay talento, no hay espectáculo y la competitividad brilla por su ausencia? La respuesta es simple: nadie.

Silencio con Negreira, pero alarma con el Madrid
Lo más curioso es que estos mismos clubes y medios que ahora «se hartan» del Madrid han sido un absoluto coro de mudos con el mayor escándalo arbitral de la historia del fútbol español: el caso Negreira.
Un club pagó durante casi dos décadas a quien dirigía el estamento arbitral y aquí no pasó nada. Ni titulares incendiarios, ni peticiones de sanción, ni comunicados de clubes «indignados». Todo bien, todo normal.

Pero claro, si el Real Madrid levanta la voz contra decisiones que le perjudican, entonces sí hay revuelo. Lo mismo con el caso Olmo, otro escándalo reciente que ha sido barrido debajo de la alfombra sin mayor repercusión mediática. Si hay algo podrido en LaLiga, no es el Madrid, es el sistema que protege a unos y criminaliza a otros.

Sevilla y Atlético, ¿hipocresía nivel experto?
Entre los clubes que han salido a protestar destacan el Sevilla y el Atlético de Madrid. Dos entidades que, antes de hablar del Real Madrid, deberían mirarse al espejo.
- El Sevilla, sumido en una crisis institucional entre padre e hijo, con una gestión bochornosa que tiene al club al borde del abismo.

- El Atlético, equipo que recibió la Liga 2020/21 en bandeja gracias a un sinfín de ayudas arbitrales que cualquier madridista recuerda perfectamente.

¿De verdad son ellos los que vienen a dar lecciones? ¡Menos moralina y más autocrítica!
El Madrid, el centro del universo futbolístico
Pero al final, lo que más demuestra la grandeza del Real Madrid es que, haga lo que haga, siempre será noticia.
Si Florentino Pérez se come un chuletón, portada.
Si Vinicius se da un baño en agua fría, escándalo nacional.
Si el Madrid protesta por una injusticia, hay que «tomar medidas».
Todo esto no hace más que confirmar una cosa: el Real Madrid es el motor del fútbol español. Sin él, LaLiga se desmoronaría.
Así que, les guste o no, los que ahora se quejan deberían dar las gracias. Porque gracias al Madrid, sus clubes siguen existiendo y sus directivos siguen cobrando. Sin el Madrid, la Liga no valdría absolutamente nada.